LavanderaMiguel
Sopó Duque - ESCULTOR - Página Oficial
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Fuente: Museo Nacional de Colombia
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Ficha
Técnica
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Serie N°: | 36 | |
Autor: | Miguel Sopó Duque | |
Título de la obra: | Lavandera | |
Año: | 1949 | |
Técnica: | Talla directa - Relieve | |
Material: | Madera | |
Medidas: | 66cm x 49cm x3cm | |
Exposición: | En el 2008 expone en el Museo Nacional de Colombia: "Toda talla directa - Obras de Miguel Sopó" sus obras "Primitivo minero", "Obrero", "Niña arrodillada","Lavandera", "Maternidad", "Cabeza de Mujer", "Mujer y niño","El Viento" y "Campesina", nueve piezas escultóricas de su producción durante las décadas de 1940 y 1950. |
Toda talla – Obras de Miguel Sopó Dentro del programa expositivo “Nuevos nombres del pasado” el Museo Nacional invita a recobrar y reconocer el valor y la calidad de Miguel Sopó, un escultor con 68 años de carrera artística quien, como señaló el caricaturista y periodista Jorge Moreno Clavijo, se destacó por haberse apartado de la escultura conmemorativa y trabajar en dar movimiento y volumen a sus figuras*.*Jorge Moreno Clavijo, “El V Salón de Artistas Colombianos” en Cromos, 21 de octubre de 1944.Miguel Sopó Duque [Zipaquirá, 1918]Estudió en al Escuela de Bellas Artes de Bogotá donde recibió los títulos de dibujante y de escultor en 1940 y en 1943, respectivamente. Tuvo como profesores a los escultores José Domingo Rodríguez y Carlos Reyes Gutiérrez. Su paso por la Escuela fue descrito por Manuel Zapata Olivella, de la siguiente forma:… Miguel Sopó era un oscuro habitante de los rincones [de la Escuela de Bellas Artes]. Su presencia la testimoniaba el monótono tic tic del cincel y del martillo. A solas de espaldas al bullicio, el joven escultor empapado en barro y sudor, esculpía la piedra el paso del tiempo y de la vida. Allí lo sorprendían los alumnos antes, mucho antes de que se iniciaran las clases, y allí lo interrumpía el portero cuando llegaba el momento de cerrar la escuela en altas horas de la noche. ”Pero la labor del terco descendiente de mineros zipaquireños no comenzaba ni terminaba en la escuela. Su estrecho cuarto de estudiante se había convertido en taller de escultura. Había tenido que abandonar los trabajos en piedra pues vecinos en una reunión general habían protestado contra el cincel y el martillo que no dejaban dormir. Entonces Miguel Sopó decidió enfrentarse a la madera. El buril comenzó a socavar la blanca pulpa y así, en altas horas de la noche, todo el mundo podía dormir en paz mientras el demonio creador del estudiante proseguía su hazaña”.En 1945 la Gobernación de Cundinamarca le otorgó una beca para estudiar en los Estados Unidos de Norteamérica en la Academia de Artes de Granbrook. Su interés por la escultura se incrementó con las enseñanzas de los escultores Carl Milles e Iván Mestrovic. En 1958 Sopó regresó a Colombia y fue nombrado profesor de la escuela donde años atrás se había formado. Las nueve piezas escultóricas que integran esta exposición son una invitación a rodearlas y percibirlas desde casi todos los ángulos en búsqueda de accidentes y planos inesperados. Cada perfil no necesariamente anuncia a los otros: de un plano muy fluido de formas orgánicas y sensuales, deviene otro completamente distinto, de formas punzantes, de rígida geometría. Estas contraposiciones, más que romper la sólida unidad compositiva de las obras, enriquecen la producción escultórica de Miguel Sopó Duque.*Manuel Zapata Olivella. “Miguel Sopó o la lucha contra la piedra”, en Cromos. Mayo 31 de 1954. p.14 y 15. |
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